Desierto de Israel: Eilat, Timna, Mar Rojo, Rocas y Oasis

Eilat, Israel.

- ¿A Israel? ¡Estás loco! - me advirtieron -.
Dejando los miedos a un costado, junto a una compañera de viaje decidimos tomar vuelo rumbo a Israel.
Desde la altura se podía apreciar una geografía bastante parecida a la superficie del planeta Marte.


Aterrizamos en un aeropuerto ubicado en el medio del desierto.
Nos estaba esperando el fuerte Sol, el aire caliente, y todo un mundo nuevo lleno de idiomas, culturas y religiones varias por descubrir.


Nos subimos en el bus rumbo a la ciudad de Eilat.
En la ruta costeamos el límite entre Israel y Egipto. Se podían ver muros y vallados, además de algunas torres de control militar.


Las costas de Eilat están bañadas por el Mar Rojo. Dejamos el equipaje en el hotel y salimos directo a la playa.



Almorzamos algo al paso, nuestro primer encuentro con los sabores locales y con la nueva moneda israelí, el shekel.


Por la noche recorrimos varios centros comerciales, un parque de diversiones y una pista de patinaje sobre hielo.
Es increíble todo lo que el ser humano puede construir, sin importar que te encuentres en el medio de la nada.


Parque natural Timna

Al día siguiente buscamos el auto que habíamos reservado y partimos rumbo al parque natural Timna.
Montañas, rocas, arena, oasis, variedades del color rojo, algún que otro arbusto verde pequeño.



Una vez dentro del parque, seguimos el recorrido en auto haciendo paradas en los puntos más importantes.


En un valle vimos un par de rocas areniscas gigantes, con formas de hongos.



También existen restos de las antiguas minas de cobre del imperio egipcio.
Los mineros hacían una excavación vertical y luego varios túneles horizontales para buscar el cobre.



Siguiendo el recorrido del parque, pasamos por un verdadero oasis. Es tal cual lo cuentan los libros o las películas.
Imaginate un desierto, lleno de rocas y arena, todo seco, y de repente un charco de agua rodeado de palmeras.



La diferencia es que ahora tenés un restaurant a 50 metros del oasis. Así que aprovechamos para comer humus, albóndigas de verdura, pan, huevo, aceite de oliva, y de bebida un té de hierbas.



Para culminar esta jornada, nos hicimos un souvenir que consta de una botella pequeña de vidrio donde le colocás arena de distintos colores.


Este viaje por Israel recién comienza, todavía quedan 7 días de aventura recorriendo este país de Sur a Norte y de Este a Oeste.

Fotos
Ver en este Link.

Video
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